← Volver Publicado en

El lider de la oposición

Para todos es claro que Petro resulta ser una notoria figura en la arena política, ha trascendido más allá del tradicional escenario de debates parlamentarios y discursos públicos para convertirse en un titán de las redes sociales. En particular, Twitter se ha convertido en su principal campo de batalla, un escenario donde su voz resuena y donde, paradójicamente, la oposición puede encontrar una nueva forma de visibilidad y reconocimiento.

Desde sus años de congresista y twittero, Petro ha demostrado una consistente tendencia a la confrontación. Con cada tweet, hashtag o cita suya, genera una avalancha de reacciones que, incluso involuntariamente, benefician a aquellos que se enfrentan a él.

Esta tendencia a deslegitimar, destruir, descontextualizar, polarizar y estigmatizar a quienes piensan de forma diferente, le ha cimentado una reputación de tirano y antidemócrata en algunos círculos. Sin embargo, desde una perspectiva estratégica, su tendencia a la confrontación puede resultar sorprendentemente beneficiosa para sus adversarios.

¿Por qué? La respuesta reside en la naturaleza de las dinámicas recíprocas y los efectos multiplicadores de las redes sociales. Cada vez que Petro apunta su mirada crítica hacia un individuo, una empresa o incluso un medio de comunicación, los dedos tuiteros del actual presidente le confieren a su víctima una especie de fama instantánea. La audiencia de dicho objetivo aumenta de manera considerable, superando en efectividad a costosas campañas de marketing en Facebook, Twitter o Instagram.

El señor Petro, en medio de sus iras y cegueras emocionales, parece convertirse en un gran catalizador para el crecimiento de las audiencias de aquellos a los que desafía. Literalmente, tiene el poder de poner sobre el mapa político a quien tenga la agudeza y método de tocarle algún nervio.

Esto plantea una pregunta interesante: ¿Se da cuenta Petro de que está fortaleciendo a la oposición con sus ataques? ¿Entiende que está dándole fuerza a los millones de colombianos que no votaron por él, que votaron en contra de él, incluso? Yo digo que su confrontación constante es, en realidad, una inyección de energía para los más de diez millones de colombianos que se opusieron a su elección.

No debemos olvidar que cada tweet, cada mensaje, cada discurso, son oportunidades para hacer más fuerte a la oposición. Las críticas a los medios de comunicación, que osan desenmascarar, visibilizar y señalar las falencias de su gobierno, también generan un impacto significativo. Cada vez que Petro apunta su dardo verbal, crea nuevos líderes en la oposición, figuras que se ven empoderadas a luchar contra su forma de gobierno y que, por lo tanto y gracias a él, ganan más visibilidad y apoyo.

Es en este escenario donde la oposición puede encontrar oportunidades para plantear su postura, para mostrar una alternativa a las políticas que consideran anacrónicas y para confrontar al gobierno en su propio terreno. A través de estos enfrentamientos, no solo aumentará su audiencia, sino que también logran exponer su propio punto de vista y las razones detrás de su oposición al gobierno actual.

Se podría argumentar que el enfoque agresivo de Petro se ha convertido en una estrategia efectiva para la oposición. Los que se encuentran en la "otra orilla" del gobierno y buscan hacer una oposición activa pueden encontrar en las reacciones de Petro la chispa que necesitan para hacerse oír.

El escenario está listo, las piezas están en movimiento, y el futuro es incierto. Pero una cosa es segura: el dulce de la fama y el reconocimiento está ahí, esperando a quien sea capaz de morderlo.

Entonces ya saben amiguitos:

¡Si tu deseo la fama es!

¡A buscarle el nervio a Petro pues!